jueves, 12 de marzo de 2015

Tipos de algodón.

Algodón orgánico

El algodón orgánico es un algodón que tiene su origen en la agricultura orgánica. Una producción se considera “ecológica” cuando ha sido certificada como tal por organismos independientes de inspección y certificación con arreglo a las normativas y disposiciones vigentes en el país o la región de que se trata o por el mercado al que va dirigida dicha producción para su consumo.
En general, el objetivo de la agricultura orgánica es hacer un uso óptimo y sostenible de los recursos naturales locales para una producción en la que no se utilicen insumos externos como pesticidas sintéticos, fertilizantes químicos, herbicidas, defoliantes y semillas genéticamente tratadas o modificadas (GM). Sí podrán utilizarse insumos externos “ecológicos”.

Aquellos agricultores que deseen pasarse a la agricultura orgánica deberán superar un período de conversión que puede durar entre uno y tres años, dependiendo de su historia de alternancia de cultivos. El período de conversión es necesario para permitir que el suelo y el entorno se recuperen de anteriores prácticas de cultivo, mientras se aplican métodos de producción ecológicos. La producción durante el período de “conversión” no se podrá vender como “orgánica” y, normalmente, no obtiene un precio más alto en el mercado. Los riesgos y costos de la conversión suponen una importante barrera a la adopción de la agricultura orgánica.

La producción orgánica necesita, generalmente, más mano de obra, y las cosechas pueden ser – aunque no necesariamente – menos abundantes que con los métodos de producción convencionales. Los agricultores ecológicos suelen obtener mejores precios para su producto y compensan así las pérdidas por la cosecha menor, el aumento de las operaciones de tratamiento y los costos adicionales, como la inspección y certificación. Los productores podrían recibir también una prima para garantizar su fidelidad con el plan orgánico.




Algodón transgénico

El algodón transgénico que encontramos en el comercio hoy en día ha sido modificado genéticamente para que sea tolerante a los herbicidas o resistente a los insectos. De los tipos de transgénicos actualmente disponibles para producción comercial, dos ofrecen tolerancia a los herbicidas y uno es resistente a los gusanos del algodón (Bt, de Bacillus thuringiensis). El Bacillus thuringiensis es una bacteria muy común que se encuentra en el suelo y puede producir proteínas “cry”. Las proteínas “cry” son tóxicas para algunos tipos de insectos (p. ej. polillas como los gusanos del algodón) que atacan el algodón, y su acción es específica a dichos insectos. Para que la proteína sea eficaz, el insecto en cuestión debe ingerir la proteína “cry” del Bacillus thuringiensis.

El cultivo de algodón transgénico tiene un efecto positivo inmediato sobre el medio ambiente. El algodón necesita más pesticidas que cualquier otro cultivo, pero todas las nuevas variedades creadas mediante biotecnología han sido diseñadas para reducir el consumo de pesticidas que son perjudiciales para la salud humana y ambiental.

El algodón transgénico ha sido modificado genéticamente para que produzca una toxina que mata a determinados insectos o para que resista a determinados herbicidas, pero no para incrementar la producción. Las alegaciones de que el algodón transgénico puede incrementar las cosechas se refieren a su capacidad de reducir los daños causados por los insectos o malezas. La adopción del algodón resistente a los insectos ha traído consigo una reducción del número de aplicaciones de insecticidas y de la cantidad de insecticida que se utiliza. Sin embargo, los agricultores tienen que seguir fumigando para combatir otros insectos que son inmunes al algodón transgénico.

La mayor desventaja del algodón transgénico es el costo relativamente alto de la semilla y la tasa tecnológica. La comercialización de productos biotecnológicos requiere un largo proceso de aprobación normativa. Los países deben pagar una tasa tecnológica a los propietarios de los genes, y este requisito limita la adopción de la tecnología en los países en desarrollo, en particular. Debido a que la propietaria de los genes insertados en el algodón es una empresa privada, los países están obligados por ley a no insertar estos genes en sus variedades y comenzar a utilizarlos.

Los beneficios económicos del algodón transgénico dependen de si el aumento de las cosechas y la reducción del costo derivado de la utilización de sustancias químicas compensan pagar un precio más alto por las semillas.




Algodón natural

El algodón es una fibra vegetal natural de gran importancia económica como materia prima para la fabricación de tejidos y prendas de vestir.
La generalización de su uso se debe sobre todo a la facilidad con que la fibra se puede trenzar en hilos. La resistencia, la absorbencia y la facilidad con que se lava y se tiñe también contribuyen a que el algodón se preste a la elaboración de géneros textiles muy variados.
Las especies algodoneras producen el algodón una serie de árboles y arbustos pequeños de un género encuadrado en la familia de las Malváceas, a la que pertenecen también las plantas Hibiscus. El capullo se transforma al desarrollarse en una bola oval que, cuando madura, se abre y descubre gran número de semillas de color café o negras cubiertas de una masa de pelos blancos. Cuando maduran por completo y se secan, cada uno de estos pelos es una célula, aplanada, con un acusado retorcimiento en espiral y unida a una semilla. La longitud de las fibras individuales oscila entre 1,3 y 6 cm. De las semillas nacen además otras fibras más cortas.


Algodón ecológico

Se fabrica de manera natural y respetuosa con el medio ambiente, la salud y los derechos humanos. Así es el algodón ecológico. Los productos son cada vez más diversos y se pueden conseguir en todo tipo de estilos, desde los fabricados por las multinacionales más conocidas hasta los de pequeñas cooperativas ecológicas y de comercio justo.  Su plantación, cultivo y recolección se realiza de manera natural, sin hacer un uso desmedido del agua, ni utilizar pesticidas ni fertilizantes químicos ni ninguna sustancia contaminante. Las plantaciones de algodón convencional ocupan el 3% de la superficie cultivada del planeta, pero consumen el 23% de los insecticidas usados en el mundo y el 10% de todos los químicos, tanto en la plantación como en el posterior tinte. La planta crece en sus diferentes colores naturales y fomenta la diversidad. Los procesos industriales y los tintes químicos provocaron el monocultivo de algodón blanco, más barato de producir y teñir.






miércoles, 11 de marzo de 2015

'Nephila' Seda de oro

Nephila es un género de arañas araneomorfas  de la familia Nephilidae, conocidas como arañas de seda de oro debido al color de la seda que producen. Los hilos de rosca de su telaraña brillan como el oro a la luz del sol. El macho es cerca de 1/5 del tamaño de la araña femenina. Las arañas de seda de oro exhiben comportamiento muy interesante. Con frecuencia, la hembra reconstruye la mitad de su tela cada mañana. Teje los elementos radiales, después se tejen los elementos circulares. Cuando ha terminado de tejer, vuelve y completa los boquetes. Además, las arañas jóvenes muestran un movimiento vibratorio cuando son acechadas por un depredador.

La especie Nephila maculata se encuentra en la mayoría de los países del mundo, su seda de araña es estudiada por su alta resistencia, tanto que en Indonesiaa se utiliza en la elaboración de prendas de vestir. Además contiene propiedades coagulantes que ayudan a la curación de heridas.


Biso 'Pinna nobilis' Seda de mar o de molusco

La nacra (Pinna nobilis) es una especie de molusco bivalvo del familia Pinnidae endémico del mar Mediterráneo. Puede alcanzar un metro de longitud y vivir hasta los 20 años. Su inserción en el lecho marino es vertical, suele habitar en los prados de posidonia y suele tener un color oscuro.
Posee un penacho piloso denominado biso con el cual se pueden confeccionar tejidos similares a la seda (seda de mar).
Especie amenazada en la actualidad, anteriormente existía una gran cantidad de estos individuos, ahora amenazados por la pesca, la contaminación, la desaparición de las praderas de posidonia y los daños producidos por el arrastre de anclas.

El biso es una fibra natural obtenida de los filamentos que segregan ciertos moluscos como Pinna nobilis para adherirse a las rocas en la zona de marea. Su elaboración se desarrollaba en el área mediterránea. Desde 1992 es una especie protegida en la Unión Europea.
El vocablo biso, deriva del hebreo būṣ, 'lino fino'; del arameo bus, 'un lino amarillento muy fino y el tejido que se obtiene de él'; del latín byssus, algodón fino. Así, originalmente, «biso» no sólo se refería a las secreciones de los moluscos sino también a diversos hilos finos —de lino, algodón o seda— y sus delicados tejidos.
El biso es una fibra extremadamente fina que cuando se hila y se trata con zumo de limón adquiere un color dorado permanente. Se tejían preciados y costísimos tejidos, conocidos tradicionalmente como «biso» y en la actualidad como «seda de mar», con los que se confeccionaban las ropas de personajes importantes. También se usaba la fibra para tricotar y conseguir género de punto.
Asimismo el biso tenía propiedades terapéuticas bien conocidas por los pescadores; gracias a sus potentes propiedades hemostáticas era usado para la curación de las heridas que los pescadores frecuentemente sufrían con los aparejos para la pesca.